martes, 7 de julio de 2009

JOHN KEEL Y EL MOTHMAN

EN MEMORIA DE JOHN KEEL



















Mothman – El hombre polilla

Una leyenda famosa y bastante extendida en Estados Unidos es la del hombre polilla, Mothman. Este ser aterrorizó a los habitantes de Point Pleasant, Virginia, en 1966. Son diversos los testimonios de los que vieron o incluso se cruzaron con este ser. Por ejemplo, se recoge el testimonio de una joven conductora que acompañaba a su padre a una ciudad cercana.

"A lo lejos percibí una silueta en medio del camino. La silueta parecía la de una especia de hombre pájaro. Conforme el coche se acercaba, la silueta agitó los hombros, desplegó alas y salió volando, desapareciendo en el espacio en pocos segundos. Sus alas eran tan grandes, que cuando las desplegó, no podía ver la carretera."

Como ya hemos dicho, son diversos los testigos que afirmaron haber visto a este ser misterioso. Releyendo todos los testimonios llegamos a la conclusión de que el ser medía cerca de dos metros, era de color gris oscuro y, aunque tenía forma humana, no tenía brazos ni cuello. Sus inquietantes ojos eran rojos, y parecían estar al nivel de los hombros. Las alas alcanzaban una envergadura de 3 metros.

Quizás de los testimonios y casos más destacables encontramos el de la periodista Mary Hyre. Ésta publicó artículos en el periódico “The messenger” sobre Mothman. Incluso llegó a asegurar haber sido visitada por unos hombres vestidos de negro que le aconsejaban dejar de publicar artículos e investigar sobre el tema (¿los hombres de negro?). Pero lo más sorprendente, por lo que después sucedió, fueron los sueños que esta periodista afirmaba tener casi cada noche. En ellos veía un puente que se derrumbaba y ella caía y nadaba en el río.

La mayoría de las apariciones se efectuaron en noviembre y en diciembre de 1966. Misteriosamente, ese 15 de diciembre un puente cedió bajo el peso de los coches en Point Pleasant. Extrañamente, tras ese trágico suceso las apariciones cesaron. La leyenda insinúa que el ser quería avisar de ese trágico incidente

Sigrid Gröthe









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